Hablar con los hijos

Si a ti o a un familiar cercano le han diagnosticado cáncer, es posible que te preocupe cómo decírselo a tus hijos, porque es difícil encontrar las palabras adecuadas, según su edad y capacidad de comprensión.

Los menores se dan cuenta rápidamente de los cambios familiares y, si se sienten partícipes de lo está sucediendo, lo afrontan mejor.

Cómo explicarlo a los hijos

  • Probablemente, primero debes asimilar la noticia, ya que este es un momento muy emotivo para ti también.
    • Planifica cuándo se lo vas a decir. Si te sientes molesto, que alguien te acompañe: pareja, padre, amigo u otro adulto en quien tu hijo confíe.
    • Si necesitas medir tus palabras, en Kālida podemos ayudarte a planificar la estrategia con nuestras enfermeras especialistas de soporte oncológico y ensayar lo que necesitas / quieres decir. Tu enfermera especialista en cáncer también puede darte consejos y sugerencias.
    • Si hay una diferencia significativa de edad entre tus hijos, a veces conviene decírselo primero al mayor y luego al pequeño.
    • Busca un entorno tranquilo y no tengas prisa. Evita decírselo justo antes de acostarse, porque necesitan tiempo para asimilar la conversación.
    • Proporciona la información de la manera más sencilla posible y en pequeños fragmentos. No es necesario que les expliques demasiado a la vez, les puedes abrumar.
    • Responde a cualquier pregunta de la manera más honesta posible y, si no sabes la respuesta, díselo. Comprueba qué han comprendido, pero deja que lo asuman a su ritmo, porque pueden dar por terminada la charla, cambiar de tema o volver a una actividad normal, y parecer que no lo han aceptado. Evita seguir hablando sobre el tema, porque ellos necesitan más tiempo para procesar la información, hazles saber que estás ahí si más adelante necesitan resolver otras dudas y suaviza cada conversación sobre el cáncer.
    • Explícales cómo puede ser útiles e intenta involucrarlos en pequeñas tareas que les haga cómplices de lo que sucede.

    Los adolescentes y jóvenes quieren información más detallada y si no se la das la buscarán en Internet. Es mejor que les guíes a los sitios web adecuados, es decir que provenga de fuentes fiables.

¿Cómo ayudar a tus hijos?

Si les quieres ayudar a gestionar las emociones y los sentimientos que experimentan:

  • Diles que pueden hablar contigo en cualquier momento sobre cualquier tema que les preocupe. Algunos niños hacen muchas preguntas, otros parecen arreglárselas concentrándose en el juego, la televisión o los amigos, y no preguntan nada.
  • Trata de mantener las rutinas familiares, siempre que sea posible. Prepáralos con anticipación para cualquier cambio. Por ejemplo, que personas diferentes les recojan de la escuela.
  • Asegúrales que siempre serán queridos y atendidos aunque las cosas parezcan diferentes durante un tiempo, que tu cariño es el mismo de siempre, porque los cambios dan inseguridad a los niños.
  • Prepáralos para cualquier cambio físico que puedan ver durante el tratamiento: pérdida de cabello, efectos de la cirugía, cansancio, dolor. Explícales que deberán ser amables con las heridas quirúrgicas o dejarte descansar y dales pequeños trabajos, pero tendrás que aceptar si no tienen ganas de hacerlos.
  • Habla con la comunidad educativa (guardería, escuela o universidad) sobre lo que ocurre en casa. Si el personal lo sabe, puede adaptar cualquier examen o trabajo y comprender los cambios de comportamiento. También te informa si tienen alguna inquietud sobre tu hijo.
  • Anímalos a que pasen tiempo jugando con los amigos. Necesitan la oportunidad de seguir siendo niños, les ayuda a sentir normalidad.
  • Planifica recompensas especiales. La vida cotidiana parece en suspenso mientras realizas el tratamiento. Si pasáis tiempo juntos, tienen esperanza. Probablemente no tienes ánimo para realizar actividades agotadoras, pero trata de dedicar un tiempo individual con cada niño.
  • Encuentra libros adecuados para su edad, hay literatura infantil disponible en varios sitios web sobre el cáncer, que respondan a sus preguntas e inquietudes, porque leer juntos estimula su mente y ofrece tranquilidad. En Kālida tenemos disponibles algunos libros infantiles sobre el cáncer
  • Acepta cualquier ayuda de familiares y amigos para organizar las tareas escolares, extraescolares y otras rutinas. Los tratamientos contra el cáncer agotan al paciente y si te echan una mano te concentras en ti mismo o en las terapias de tu familiar.
Preocupaciones de los niños

Cada niño reacciona de manera diferente cuando le hablan de cáncer. Los más pequeños probablemente no comprendan qué sucede, pero notan los cambios en la rutina, cuando tienes citas, pruebas y tratamientos.

Si los menores son excluidos de lo que ocurre, sienten que no son importantes e imaginan que las cosas son peores. A algunos, les angustia que tengas cáncer por su culpa, por las cosas que han hecho, como portarse mal y pelearse contigo en algún momento. También les preocupa que puedan contraer la enfermedad o la posibilidad de que mueras tú u otros seres queridos.

Comportamiento de los niños

La mayoría de los menores se las arreglan bien y parecen tomarse las cosas con calma. Sin embargo, quizás observes cambios en sus reacciones y comportamientos.

Los bebés y los más pequeños se vuelven pegajosos e inquietos, porque acusan la inestabilidad de una rutina diferente. Los menores en edad preescolar y escolar temprana pueden tener una pequeña regresión de comportamiento que te preocupe y te haga sentir culpable. Por lo general, se resuelve con el tiempo, pero necesitan tranquilidad y apoyo.

A los niños les cuesta expresar sus preocupaciones con palabras y lo manifiestan con mal comportamiento, enfados o silencios, y también les cuesta concentrarse en la escuela. A medida que crecen, ganan autonomía e independencia y, entonces, se preocupan por el impacto que la enfermedad tendrá en sus vidas y se sienten culpables.

Los adolescentes pueden pasar más tiempo fuera de casa o en su habitación.

Cuándo buscar más ayuda

Si te preocupa que a tus hijos les cueste encajar la situación, pide ayuda. A veces no saben por qué están enfadados, lloran, se sienten culpables o retraídos.

Los más pequeños se expresan con dificultad y comportan mal en la escuela; los mayores reprimen sus sentimientos, porque se sienten desleales si manifiestan su frustración por la situación en casa. En ocasiones, necesitan apoyo psicológico adicional.

Como padre o abuelo, posiblemente seas la mejor persona para hablar con ellos de sus sentimientos y emociones. Si les cuesta, busca ayuda a través de un familiar o amigo de confianza, alguien con quien puedan hablar alejándose de la situación, o tal vez a través de su escuela o universidad.

Si piensas que tu hijo necesita asesoramiento y ayuda para gestionar sus emociones, pregunta al médico de cabecera, al pediatra de tu hijo y en la escuela / universidad sobre el apoyo disponible. Algunos hospitales también cuentan con el servicio para familias y niños.

En Kālida ofrecemos apoyo emocional para niños y adolescentes cuyos padres tienen cáncer. También a ti. Si estás preocupado por tu hijo,  habla de tus inquietudes con una de nuestras especialistas en soporte psicooncológico para que te faciliten consejos prácticos.

Cuando el cáncer es incurable

A veces, el cáncer regresa o está muy avanzado cuando se diagnostica.

Para muchos pacientes, aunque no se pueda curar, se trata. Si las cosas cambian y tú o la persona que te importa empeora, es importante que se lo comuniques a los niños. Probablemente se han dado cuenta de que las cosas están cambiando, por lo que estarán menos asustados si saben lo que está sucediendo.

¿Y ahora qué?

Habla con otras personas sobre lo que estás experimentando. Si comprendes que los sentimientos de los niños son normales, te sentirás menos solo. Visita Kālida o únete a nuestros foro en línea para hablar con nuestros especialistas en apoyo al cáncer y conectar con otras personas en una situación similar a la tuya.

Kālida está aquí contigo

Si deseas obtener más ayuda, apoyo e información para hablar del cáncer con tus hijos antes, durante y después del tratamiento, de manera gratuita, estamos aquí para acompañarte.

Pásate por Kālida cuando quieras sin necesidad de pedir cita. Nuestro equipo de soporte oncológico – enfermeras especializadas en cáncer, asesores sociales y psicooncólogas – están aquí para escuchar tus inquietudes y ofrecerte la ayuda que necesites.

También puedes unirte a Kālida online para acceder a nuestros servicios, actividades, consultar nuestro blog y descargar recursos.

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En la Fundación contra el Cáncer Kālida estamos aquí para acompañarte, tanto si te han diagnosticado un cáncer, si esperas resultados, has sufrido una recaída, estás en tratamiento o eres familiar de una persona con cáncer

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