Hormonas, fertilidad e intimidad

Efectos a nivel hormonal y en la fertilidad

El cáncer y sus tratamientos pueden afectar tanto a nivel hormonal como en la fertilidad, es decir la capacidad para tener hijos. Muchas veces es temporal, en otras ocasiones es permanente.

En esta sección, encontrarás información sobre los efectos secundarios que el cáncer puede tener en la menopausia, los sofocos, el embarazo y la fertilidad tanto femenina como masculina.

Los contenidos de esta sección están pensados para transmitirte de forma sencilla y comprensible los efectos secundarios a nivel hormonal y en la fertilidad que se asocian con el cáncer y su tratamiento. De todos modos, recuerda que la información más precisa y cuidadosa siempre la tendrá el equipo de profesionales sanitarios que te atiende a ti o a la persona de tu entorno que esté afectada por la enfermedad.

Los síntomas de la menopausia generalmente se reducen después de un par de años a medida que el cuerpo se acostumbra a la disminución de la hormona estrógeno. La terapia de reemplazo hormonal ayuda a aliviar los síntomas, pero no se recomienda para algunos tipos de cáncer, incluido el de mama.

En esta página obtienes más información sobre la menopausia y el cáncer. Nos centraremos en las formas de ayudar a controlar los síntomas, incluido cómo en Kālida te podemos ayudar.

Relación entre la menopausia y el cáncer

Si estás en proceso oncológico y tienes la menstruación, es posible que la alteración hormonal  provoque una menopausia precoz. En algunos casos solo será temporal, pero en otros será permanente. Depende del tipo de tratamiento que recibas y de lo cerca que estés de la menopausia natural.

Este proceso natural de la mujer alrededor de los 50 años es causado por el cambio en las hormonas cuando envejece. A menudo es un hito importante, ya que la menstruación se detiene gradualmente y el embarazo ya no es posible.

Los síntomas incluyen sofocos y sudores, fatiga, sequedad vaginal, falta de concentración, cambios de humor y mal humor. Puede cambiar la textura del cabello y piel y algunas mujeres tienen dolores de cabeza o en las articulaciones. También afecta la vida sexual y libido, lo que puede ser un trastorno adicional en un momento en el que puedes sentirte vulnerable.

Los síntomas se experimentan con mayor intensidad cuando la menopausia es causada por el tratamiento, ya que el suministro de hormonas se detiene repentinamente. Ocurre con algunos tipos de quimioterapia, cirugía, radioterapia y terapia hormonal en mujeres con cáncer ginecológico y de mama, pero no exclusivamente. Incluso si ya has pasado por la menopausia, podrías experimentar síntomas, especialmente con algunos tratamientos hormonales para el cáncer de mama.

A algunas mujeres les preocupa el impacto en la fertilidad. Es importante plantear tus inquietudes al equipo médico desde el principio, antes de que comience el tratamiento, para discutir las medidas que la preservan, si son factibles. El impacto emocional de su pérdida es difícil, y probablemente necesites apoyo adicional.

Control de la menopausia y el cáncer

La menopausia precoz durante un proceso oncológico se trata. De hecho, hay una variedad de estrategias para aliviar los síntomas y afrontar las caídas hormonales y emocionales que conlleva  la menopausia:

  • Infórmate con el equipo médico sobre el tratamiento que recibes, si provoca una menopausia precoz, si es temporal o permanente y el impacto en la fertilidad.
  • Si estás en terapia y notas que los síntomas de la menopausia son graves, habla con el médico y / o enfermera especializada. Hay varias formas de controlarlos, pero necesita saber cómo te afectan.
  • Los  médicos pueden prescribir medicamentos que reduzcan algunos síntomas o puedes practicar ejercicio suave, sesiones de relajación y de control del estrés, masajes y acupuntura, que también son efectivos.
  • Encuentra qué desencadena los síntomas. Los sofocos, en particular, aparecen tomar bebidas calientes, comida picante, ropa apretada, estrés y ansiedad. (Consulta en nuestra página el apartado ‘Sofocos y cáncer’, para obtener más consejos sobre cómo controlar este síntoma).
  • Un síntoma común es la sequedad vaginal. No solo es incómoda, puede causar infecciones de la vejiga y afectar la vida sexual, lo que genera un estrés adicional. Habla con tu médico de cabecera o enfermera especializada sobre cremas y lubricantes que alivian los síntomas, incluso pueden recetar supositorios vaginales con una pequeña cantidad de estrógeno, porque la dosis que absorbe el cuerpo es mínima.
  • Si engordas, resulta desmoralizador porque sientes que no controlas la situación. Una dieta sana y equilibrada y un plan de ejercicios te ayudan a recuperar el control y mejoran también tu salud en general.
  • Cambios de humor, irritabilidad, ansiedad o depresión afectan a las mujeres menopáusicas. La concentración también puede suele ser un problema. Estos síntomas son temporales para la mayoría, pero si te angustian, no los ignores. Algunos pueden deberse al tratamiento oncológico, estrés, fatiga…. y si lo hablas con tu equipo médico, con familiares y amigos o buscas apoyo en Kālida, pueden ayudarte a resolverlo.
  • Si antes de tu diagnóstico de cáncer estabas inmersa en una terapia de reemplazo hormonal (TRH), es muy posible que se interrumpa, especialmente si el cáncer es sensible a las hormonas (como el de mama o de endometrio, por ejemplo). La interrupción repentina de la TRH suele provocar un aumento de los síntomas de la menopausia. De hecho, cualquier tratamiento inducido por la menopausia, especialmente si tienes entre 20 y 30 años, puede provocar síntomas intensos. Pregúntale a tu equipo médico.
  • Todavía se debate si las mujeres con cáncer de mama deben tomar suplementos de trébol rojo, cohosh negro, isoflavonas, productos de soja, aceite de onagra o salvia. Antes de tomar cualquiera de ellos consulta con el equipo médico, ya que algunos  interfieren con los tratamientos contra el cáncer.

Los tres consejos clave que ayudan a sobrellevar la menopausia inducida por el tratamiento son: centrarse en una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente y aprender a relajarse y eliminar el estrés.

Kālida puede ayudarte en todas estas áreas. Pásate por el Centro Kālida  y pregunta sobre nuestros talleres de nutrición y alimentación saludable. Descubre la variedad de actividades que ofrecemos, que ayudan al cuerpo y la mente, en un espacio seguro para hablar sobre cómo te sientes.

Cuándo buscar más ayuda

Hay tantos síntomas que se entrelazan que, a veces, resulta difícil saber si es el tratamiento, otros medicamentos o la menopausia lo que causa tu estado de ánimo. Si notas algún síntoma nuevo, o estás preocupada de alguna manera, revísalo.

Si notas manchado o sangrado vaginal, después de que la menstruación haya cesado, es importante que consultes al médico de cabecera o al equipo hospitalario, ya que algunos tratamientos causan este problema.

Para algunas mujeres, la menopausia se suma a sentimientos de baja autoestima, ansiedad y depresión. Si te afectan a diario y resulta difícil afrontarlos emocionalmente, dispones de apoyos. Habla con el médico y explícale cómo te sientes. A veces es difícil, pero es un paso hacia la recuperación.

Las personas pueden experimentar sofocos durante o después del proceso oncológico. Si bien es un síntoma asociado con las mujeres y la menopausia, algunos tratamientos también los desencadenan en los hombres.

Los sofocos pueden ser leves o graves, ocasionales o varias veces al día. La sensación es de bochorno, de calor intenso que irradia a través de la cara, cabeza y parte superior del cuerpo, provocando incluso el enrojecimiento del cuello y el rostro. Te puedes sentir débil, ansioso y sudoroso. Algunas personas tienen palpitaciones o se angustian, y afecta a su estado de ánimo. Por la noche, los sudores pueden empapar la cama y empeoran la calidad del sueño.

En esta página obtienes más información sobre los sofocos y el cáncer. Nos centraremos en las formas de controlar los síntomas, incluida la forma en que Kālida te puede ayudar.

Explicación de  los sofocos y el cáncer

Los sofocos son difíciles de describir, pero definitivamente sabrás si los experimentas. Pueden ser consecuencia del cáncer en sí o un efecto secundario del tratamiento, que afecta a hombres y a mujeres, aunque hay más conciencia de los sofocos femeninos, porque también son un efecto secundario de la menopausia.

La principal causa de los sofocos es la disminución de los niveles hormonales, efecto de tratamientos como la quimioterapia, intervenciones quirúrgicas en ovarios o testículos y la terapia hormonal, utilizada en el cáncer de mama y el de próstata.

Control de los sofocos y el cáncer

Si tienes sofocos severos (en intensidad y frecuencia) o durante meses, informa al equipo médico. Además, si pruebas las siguientes sugerencias probablemente mejoren los síntomas, sean temporales o continuos:

  • Recuerda que los sofocos generalmente se reducen con el tiempo.
  • Determina qué los desencadena: cafeína, alcohol, comida picante, estar en una habitación caliente, sufrir estrés o fumar. Si anotas el tiempo / frecuencia de los sofocos, tras unas semanas observarás el patrón de desarrollo, y puedes intentar resolverlo. Reducir o eliminar la cafeína, el alcohol y el tabaco siempre es beneficioso.
  • En Kālida tenemos talleres y cursos diseñados para aprender estrategias anti-estrés. También puedes participar en nuestras sesiones de relajación, yoga y tai chi para mejorar tu bienestar general.
  • Habla con la familia y amigos: hazles saber cómo te sientes y cómo te afectan los sofocos. Explica que pueden alterar el estado de ánimo y que en ocasiones la temperatura es un problema. Su apoyo y comprensión son de gran ayuda.
  • Las medidas prácticas ayudan con los síntomas físicos: tener una habitación fresca para dormir, usar ropa holgada de algodón u otro material no sintético y tener la ventana abierta. Un ventilador de mano o eléctrico alivia la intensidad del calor. A veces, tomar bebidas frías en lugar de calientes permite controlar la temperatura. Los edredones y almohadas de seda son cómodos y absorbentes si los sudores nocturnos son un problema, aunque optar por varias capas de ropa de cama, que reduces si tienes calor, es otra  alternativa.
  • Consulta con el médico si deseas probar terapias complementarias, por si algunas interfieren con los medicamentos. Investigaciones recientes demuestran que la acupuntura alivia los síntomas de algunas personas, así como la terapia cognitivo-conductual (TCC), la relajación y la visualización.
  • Consulta también si los suplementos nutricionales y basados en hierbas son útiles en tu caso. Hay consejos contradictorios sobre suplementos y alimentos con fitoestrógenos (una forma vegetal similar en estructura a nuestro estrógeno). Si tienes un cáncer relacionado con las hormonas, por ejemplo el de mama, hay investigaciones en curso para averiguar si la soja bloquea la eficacia de algunas terapias hormonales. Y si deseas saber más sobre la dieta y la nutrición, puedes probar los talleres sobre «Comer Sano” en Kālida.
  • Si estás en terapia hormonal y tienes sofocos frecuentes y severos, díselo al médico o enfermera especialista. A menudo comienzan al principio del tratamiento y luego se calman cuando el cuerpo se adapta al cambio en los niveles hormonales. Sin embargo, si los síntomas persisten, es posible que el médico pruebe una diferente o incluso una marca distinta del mismo tipo.
  • El médico puede recetar vitamina E, ácido fólico y antidepresivos. También existe la clonidina, que se usa generalmente para tratar la presión arterial alta. Suelen reducir la frecuencia de los sofocos, pero no la gravedad y se ha demostrado que algunos medicamentos contra la epilepsia también los minimizan. Sin embargo, la mayoría de los fármacos tienen efectos secundarios adicionales, así que habla siempre con el médico sobre los pros y contras.
Cuándo buscar más ayuda

Si los sofocos intensos afectan tu estado de ánimo, te sientes angustiado o deprimido y son una tensión adicional al cáncer y sus tratamientos, habla con tu médico de cabecera y/o equipo de atención médica sobre cómo te sientes, porque hay ayuda disponible.

Si los calores no son un efecto secundario esperado del proceso oncológico o si aumentan repentinamente en severidad o intensidad, consulta también con el médico. Generalmente no son dañinos, pero a veces son un síntoma de un problema adicional u otro tema de salud.

Estar embarazada es un momento emotivo y lleno de acontecimientos. Si te diagnostican cáncer durante el embarazo, es probable que te plantees aún más preguntas e inquietudes. Es posible que te sientas asustada y te preguntes cómo afectará la enfermedad y sus tratamientos tanto a ti como al feto.

Explicación del cáncer y el embarazo

El cáncer durante el embarazo es poco común. Solo hay una o dos mujeres, por cada 1.000, a las que se les diagnostica. Los más habituales son:

·       Pecho.

·       Cervical.

·       Tiroides.

·       Linfoma.

·       Melanoma.

·       Tumores trofoblásticos gestacionales (TTG)

El cáncer rara vez afecta al desarrollo del feto y existen varios tratamientos seguros que puedes recibir durante el embarazo. A veces, el diagnóstico se retrasa un poco más, ya que las hormonas del embarazo causan hinchazón de los senos, sensibilidad, nuevos bultos, náuseas y cansancio.

Si tienes síntomas que te preocupan, consulta con el médico.

Cáncer y embarazo

Si te diagnostican cáncer durante el embarazo, es un golpe enorme y comprensible. También es probable que familiares y amigos se sientan angustiados por ti. Puede ser demasiado para todos.

Si consultas al médico por algún síntoma, informa si existe la posibilidad de embarazo, ya que puede cambiar las pruebas y tratamientos para cualquier afección. Las opciones de tratamiento pueden diferir en función de:

  • Las semanas de embarazo
  • El tipo de cáncer
  • Su velocidad de crecimiento
  • Si se ha extendido
Equipo de especialistas

Con cualquier tipo de cáncer, un equipo de especialistas analizará tu plan de tratamiento y atención en visitas periódicas. Si estás embarazada, el equipo también incluirá un obstetra, especialista en el embarazo y el parto.

Es importante que el médico de cabecera, partera y visitador sanitario estén involucrados, ya que también te monitorizan. Se te seguirá de cerca una vez que haya nacido el bebé.

Pruebas

Es posible que no puedas realizar algunas pruebas debido al riesgo para el feto, especialmente durante los primeros tres meses.

Los médicos especialistas te informarán sobre pruebas específicas y sus riesgos, y te guiarán a través de la planificación y discusión del tratamiento. La mayoría de las pruebas se pueden realizar de forma segura ya que el riesgo es pequeño.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé y para mí?

Tus primeros pensamientos pueden ser sobre el futuro y el impacto de los tratamientos en ti  y en el feto.

Es posible que debas tomar algunas decisiones difíciles sobre cuándo comenzar el tratamiento, qué tratamientos son seguros y tu propia salud y bienestar.

En muchos casos, los tratamientos pueden esperar hasta el segundo trimestre o más tarde. Los investigadores han descubierto que el cáncer no parece crecer más rápido durante el embarazo.

Si decides retrasar el tratamiento, se te controlará de cerca y comenzarás el tratamiento cuando nace el bebé.

A veces se adelanta el parto para que comience el tratamiento. Lo puedes discutir con el  médico. Sin embargo, en otras ocasiones, cuando el cáncer es de crecimiento rápido, es posible que se debata no llevar a término el embarazo, porque algunos tratamientos afectan el desarrollo del feto durante el primer trimestre. De todas formas, te sentirás apoyada en todo momento en la toma de decisiones, ya que se trata de una elección muy personal.

Apoyo

Es importante para ti y tu familia contar con apoyo durante el embarazo y más allá. Hay mucha información que absorber en un momento en el que te sientes más vulnerable. A muchas personas les resulta útil hablar sobre lo que sucede.

Habla con familiares y amigos, si puedes. Puede que estén muy preocupados, pero también quieran ayudar y apoyar, tanto en lo práctico como en lo emocional.

Tu equipo de atención médica especializada comprenderá que puedes tener miedos, preocupaciones y preguntas. Hazles saber cómo te sientes, especialmente si estás deprimida o tienes dificultades para sobrellevar la situación.

Si tienes otros hijos en los que pensar, hablar con maestros, médico de cabecera, visitador de salud… también brinda apoyo. En Kālida ofrecemos soporte a padres y familias, por lo que serás bienvenida si deseas compartir tus preocupaciones.

El equipo del hospital puede derivarte a un psicólogo. También puedes visitar Kālida para obtener apoyo tanto emocional como práctico, incluido el asesoramiento sobre ayudas o servicios sociales. Hablar con otras personas sobre el cáncer y tu embarazo ayuda a recuperar una sensación de control y a construir relaciones de apoyo a medida que avanza el tratamiento.

Si eres mujer y estás a punto de comenzar un tratamiento contra el cáncer, es posible que te preocupe cómo afecta a tu fertilidad, ahora y en el futuro.

En esta página obtendrás más información sobre este tema y las formas de preservar la capacidad reproductora.

La fertilidad en las mujeres

En pocas palabras, la fertilidad femenina significa quedarse embarazada y tener un hijo. Es un proceso que solo sucede de forma natural cuando una mujer libera un óvulo y es fertilizado por esperma. Las mujeres generalmente son fértiles cuando comienza la menstruación, capacidad que disminuye a medida que envejecen. Tras pasar por la menopausia, los períodos se detienen permanentemente.

Este complejo proceso puede verse obstaculizado por muchos factores, porque necesita órganos reproductores y un sistema hormonal finamente ajustado. Cuando se agregan cáncer y tratamientos, puede tener un efecto temporal o permanente sobre la fertilidad.

El cáncer y la fertilidad de la mujer

Existen varios tratamientos contra el cáncer que afectan la fertilidad de la mujer. Los especialistas y el equipo médico deben explorar cómo te sientes acerca de estos problemas antes de iniciar la terapia para preservar la capacidad reproductora, siempre que sea posible.

No dudes en informar al médico si planificas tener otro hijo cuando termines el tratamiento. A veces, si ya tienes hijos no es importante y para las adolescentes y adultas jóvenes pensar en una futura familia incluso sea una idea remota, pero conviene tener en cuenta el tema.

Preservar la fertilidad

La fertilidad femenina se protege mediante la congelación de óvulos o embriones. Para conservar los óvulos se administran medicamentos que estimulan los ovarios para producir más huevos, que luego se recolectan y congelan. A veces, los óvulos se fertilizan con esperma y, aquellos que producen embriones, se conservan. Quizás debas pagar por el servicio.

Las técnicas que implican congelar secciones del ovario son posibles, pero todavía no están disponibles en todas partes. Los especialistas valoran si aplican en cada caso. Estos métodos ayudan a concebir un hijo después del cáncer, pero no siempre tienen éxito.

Si recibes radioterapia, a veces es posible mover temporalmente los ovarios fuera del área de tratamiento mediante la transposición ovárica, que se realiza por vía laparoscópica (a través de incisiones en forma de ojo de cerradura en la parte inferior del abdomen). El especialista determina si es adecuado para ti.

Los tratamientos contra el cáncer solo detienen la menstruación temporalmente. Sin embargo, algunas mujeres no recuperan la fertilidad, especialmente si se acercan a la menopausia.

Es aconsejable tomar precauciones anticonceptivas durante el tratamiento, por si afecta a los embriones en crecimiento durante las primeras etapas del embarazo. El médico valora qué anticonceptivo es más adecuado para cada caso concreto.

Tratamientos que pueden afectar la fertilidad

Las terapias contra el cáncer que pueden afectar la capacidad reproductora femenina son:

  • Cirugía: operaciones que involucren la pelvis o el sistema reproductivo (útero, cuello uterino, vagina, trompas de Falopio u ovarios). Los  especialistas preservan la fertilidad siempre que sea posible.
  • Quimioterapia: puede afectar la fertilidad y su recuperación depende de la edad, el tipo y la concentración de dosis recibida. Se recomienda la anticoncepción durante el tratamiento, incluso si la menstruación se detiene temporalmente.
  • Radioterapia: la pélvica puede afectar el útero, trompas de Falopio y ovarios. El riesgo de infertilidad permanente aumenta según la dosis recibida y a medida que se envejece. Cuando se usa para tratar áreas del cerebro que afectan la glándula pituitaria, puede modificar la producción de hormonas y la fertilidad.
  • Terapias dirigidas, inmunoterapia y terapias biológicas: no hay mucha información sobre el efecto en la capacidad reproductora de estos tratamientos relativamente nuevos, pero se ha descubierto que algunas causan problemas. Los especialistas te explicarán qué medicamentos se usan y cómo afectan a la fertilidad.

Los trasplantes de médula ósea y células madres suelen detener la liberación de óvulos para la fertilización. Es importante hablar de la fertilidad antes de iniciar estos tratamientos.

Terapias hormonales: medicamentos como el tamoxifeno y el zoladex, por ejemplo,  afectan la fertilidad. Se usan contra el cáncer de mama y otros cánceres hormonales. Cualquier problema en la capacidad reproductora suele ser temporal.

Fertilidad después del tratamiento del cáncer

Después del proceso oncológico puedes pensar en formar una familia. A veces lleva tiempo, has pasado por muchas cosas y la mente y el cuerpo tardan en recuperarse. También es posible que te preocupe lo que suceda si el cáncer regresa.

El especialista suele recomendar que esperes un tiempo antes de intentar el embarazo para que el cuerpo se recupere por completo. Si necesitas ayuda y apoyo, pídele que te derive a una clínica de fertilidad.

A algunas mujeres les cuestan las relaciones sexuales tras el tratamiento por razones físicas (dolor y cansancio) o emocionales. Encuentras más información en nuestra sección sobre sexo, intimidad y cáncer.

Es posible que te preocupe el embarazo si el cáncer es genético. Habla con el especialista para que te derive al genetista si los factores de riesgo son más altos de lo normal. Lee más en nuestra sección sobre el cáncer en las familias.

A veces, la mujer decide que tener un hijo biológico es un problema menor tras el cáncer. Algunas optan por intentar la adopción.

Si no puedes concebir un hijo es posible que experimentes tristeza, dolor y pérdida, sentimientos que cuesta asimilar después del cáncer. Puedes solicitar asesoramiento en Kālida, para abordar las emociones que experimentas.

Cáncer, fertilidad infantil y cáncer

Algunos tratamientos pueden causar infertilidad en niñas y adolescentes, como efecto tardío. Es algo que el médico debe discutir contigo, tu pareja y con ella (si lo comprende). Hay formas de conservar la capacidad reproductora, una área especializada cuyos procedimientos individuales cambian a medida que encuentran nuevas formas de preservación.  Consulta con el equipo de especialistas de tu hija.

 Kālida está aquí contigo

Si los problemas de fertilidad te preocupan, necesitas aclarar las opciones discutidas o simplemente aliviar  sentimientos porque tu relación de pareja está sufriendo por las tensiones del cáncer, pregunta por nuestros talleres de «gestión de relaciones». Podéis asistir juntos o individualmente.

Si eres hombre y estás a punto de comenzar un tratamiento contra el cáncer, es posible que te preocupe cómo afecta a la fertilidad, ahora y en el futuro.

En esta página obtienes más información sobre los hombres, la fertilidad y el cáncer, incluida las formas de preservar la capacidad reproductora.

Explicación de la fertilidad en los hombres

En pocas palabras, la fertilidad para los hombres es la capacidad de producir espermatozoides sanos, mantener una erección y eyacular. El esperma debe ser de buena cantidad y calidad. El embarazo ocurre cuando el esperma se une con un óvulo femenino en una mujer fértil.

Los hombres, en teoría, son fértiles desde la pubertad. Sin embargo, la calidad del esperma disminuye a medida que los hombres envejecen (40-45 años). La posibilidad de que su pareja (en edad fértil) quede embarazada disminuye y el riesgo de aborto espontáneo aumenta.

Este proceso puede verse obstaculizado por múltiples factores. La fertilidad necesita órganos reproductores que funcionen y un sistema de producción hormonal finamente ajustado. Cuando se agregan cáncer y tratamientos, puede tener un efecto temporal o permanente sobre la fertilidad.

El cáncer y la fertilidad masculina

Existen varios tratamientos contra el cáncer que afectan la fertilidad del hombre. Los  especialistas y el equipo médico deben explorar cómo te sientes acerca de estos problemas antes de iniciar la terapia, para preservar la capacidad reproductora siempre que sea posible.

No dudes en informar al médico si planeas tener otro hijo cuando termine el tratamiento. A veces, si ya tienes hijos no sea importante y para los adolescentes y adultos jóvenes pensar en una futura familia propia incluso sea una idea remota, pero conviene tener en cuenta el tema.

Preservar la fertilidad

Hay formas de preservar la fertilidad en los hombres. Los métodos generalmente se enfocan en la recogida de esperma, que se congela y almacena en un Banco de esperma.

Los hombres que reciben tratamiento contra el cáncer son derivados a clínicas especializadas en fertilidad. Los especialistas explicarán por qué es necesaria la recogida de espermatozoides antes del tratamiento y el mejor método según la edad, tipo de cáncer y los tratamientos oncológicos previstos. No se recomienda dar una muestra después de que  comience la terapia, porque puede dañar los espermatozoides.

La forma más fácil para que un adolescente / hombre en edad fértil recoja esperma es mediante la masturbación. Se respeta tu privacidad y el personal de la clínica comprende que puedes sentir vergüenza. Si vives a unos pocos metros del hospital, es posible que puedas producir la muestra en casa y llevarla a la clínica.

No todos los hombres pueden eyacular semen para la recogida, pero los médicos pueden tomar una muestra de esperma directamente de los testículos bajo sedación o anestesia general.

Algunos hombres tienen eyaculación retrógrada, cuando los espermatozoides / semen van hacia atrás, hacia la vejiga. En estos casos, los espermatozoides se pueden extraer en condiciones especiales en una muestra de orina.

El Banco de esperma almacena la muestra durante diez años. Para los hombres con cáncer se conserva hasta los 55 años. Si recibes tratamiento de forma privada, posiblemente pagarás por el almacenamiento.

Para algunos hombres, la infertilidad puede ser permanente. Para otros, una vez finalizados los tratamientos contra el cáncer y después de un período de tiempo, la fertilidad puede regresar de forma natural.

Es aconsejable tomar precauciones anticonceptivas durante el proceso oncológico, ya que los tratamientos pueden dañar los espermatozoides. El médico recomienda qué método anticonceptivo es más adecuado en tu caso.

Tratamientos que pueden afectar la fertilidad

Las terapias contra el cáncer que pueden afectar la fertilidad masculina son:

·       Cirugía: la cirugía de los órganos reproductores masculinos. Esto incluye cirugía de testículos, pene, próstata y algunas operaciones de vejiga. Puede ser que no puedas producir esperma o mantener una erección y eyacular. Los médicos especialistas intentarán preservar la fertilidad siempre que sea posible.

·       Quimioterapia: puede afectar la fertilidad y su recuperación depende de la edad, el tipo y la concentración de dosis recibida. Se recomienda la anticoncepción durante el tratamiento. Pueden pasar algunos años hasta que se reanude la producción de esperma. Por lo general, aún podrás tener relaciones sexuales normalmente.

·       Radioterapia: si tienes cáncer de testículos, el tratamiento se dirigirse a ellos y puede detener o dañar la producción de esperma. La radioterapia pélvica también puede afectar el sistema reproductivo. La braquiterapia (semillas radiactivas) se usa  para tratar el cáncer de próstata, pero no siempre impacta en la fertilidad. Sin embargo, la externa al área prostática puede afectar la capacidad reproductora de forma permanente. Cuando se usa para tratar áreas del cerebro que afectan la glándula pituitaria, puede modificar la producción de hormonas y la fertilidad.

·       Terapias dirigidas / inmuno / biológicas: no hay mucha información sobre cómo afectan estos tratamientos relativamente nuevos, pero se ha descubierto que algunas causan problemas de fertilidad. Los especialistas te explicarán qué medicamentos se pueden usar y cómo afectan a la capacidad reproductora.

·       Terapia hormonal: se usa para algunos cánceres de próstata y otros. Reducen la producción de esperma durante el tratamiento y también tienen un impacto en la vida sexual, ya que pueden causar temporalmente impotencia y pérdida del deseo sexual. La fertilidad generalmente regresa cuando finaliza la terapia hormonal.

·       Los trasplantes de médula ósea y células madre suelen detener la producción de esperma. Es importante hablar de la fertilidad antes de iniciar este tipo de tratamiento.

Fertilidad después del tratamiento del cáncer

Después del proceso oncológico, puedes pensar en tener una familia. A veces lleva tiempo llegar a esta decisión. Has pasado por muchas cosas y la mente y el cuerpo tardan un tiempo en recuperarse. Es posible que te preocupe lo que suceda si el cáncer regresa.

El especialista suele recomendar que esperes un tiempo antes de intentar tener un hijo con tu pareja. Si necesitáis ayuda y apoyo adicionales, pídele que os derive a una clínica de fertilidad. Algunos hombres tienen dificultades con las relaciones sexuales después del tratamiento por razones físicas o psicológicas. Encuentras más información en nuestra sección sobre sexo, intimidad y cáncer.

Es posible que te preocupe formar una familia si el cáncer es genético. Habla con los especialistas para que te deriven al genetista si los factores de riesgo son más altos de lo normal. Lee más en nuestra sección sobre el cáncer en las familias.

A veces, las parejas deciden que tener un hijo biológico es un problema menor después del  cáncer. Algunas optan por la adopción o la donación de esperma Si no puedes tener un hijo es posible que experimentes tristeza, dolor y pérdida, sentimientos que cuesta asimilar tras el cáncer. Puedes solicitar asesoramiento en Kālida para abordar las emociones que experimentas.

Cáncer, fertilidad infantil y cáncer

Algunos tratamientos contra el cáncer pueden causar infertilidad en niños y adolescentes, como efecto tardío. El médico debe discutir este tema contigo, tu pareja y tu hijo (si está en edad de comprenderlo), porque hay medidas que se pueden adoptar. Es un área especializada y los procedimientos individuales cambian a medida que encuentran nuevas maneras de preservar la fertilidad. Consulta con el equipo de especialistas de tu hijo.

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