• Para Carmen, 2018 es su sexta Navidad con cáncer, para Carles es la segunda. Para Andrea, la primera. Los tres han tenido la generosidad de explicarnos cómo se preparan para vivirla.
  • “Sin estrés, aparcando las preocupaciones, sin sufrir pensando en que todo esté bien y rodeado de la gente que quieres…”, así recomienda Kālida Sant Pau afrontar las fiestas a las personas con cáncer.

Ninguna Navidad es igual a otra, aunque a nuestro alrededor se enciendan las mismas luces y suene la misma música. En un plano general, todo parece idéntico. En el plano corto,  apreciamos los matices: los cambios, las ausencias o las incorporaciones, la fortaleza, la angustia, la alegría…

Durante nuestra vida viviremos muchas navidades y puede que el cáncer nos acompañe en alguna de ellas. Así les sucede a Andrea, Carmen y Carles, que reciben el apoyo de Kālida Sant Pau, centro que ofrece soporte práctico, emocional y psicosocial a personas con cáncer que, igual que las 228.482 personas diagnosticadas el pasado año, se preparan para vivir una Navidad distinta.

Esta es mi primera Navidad compartiendo piso con el cáncer y espero que la última porque que los Reyes Magos me traen una pelvis nueva. He intentado que sea con brilli brilli pero me han asegurado que relucirá por si sola. También les he pedido un par de gorros, ya que al ser tan pelona se pasa mucho frío. Y sin ser demasiado avariciosa, -tiene que haber para todo el mundo-, les he pedido un poco de felicidad y diversión, que la vida son dos días y hay que disfrutarlos con una sonrisa, sin preocuparnos por cosas que no valen la pena”, nos dice Andrea, diagnosticada de un càncer de tejidos blandos de Ewing y que acaba de cumplir 20 años.

Mimarse uno mismo, el primer regalo navideño

Gestionar el estrés emocional que producen estas fechas no es fácil: “En términos generales, establecer expectativas alcanzables (compartir tareas, ser realista con las limitaciones) es muy importante”, nos explica Sara Garcia, psicooncóloga coordinadora del Centro Kālida Sant Pau.

”En nuestros talleres –continúahacemos hincapié en lo liberador que resulta expresar a tu entorno necesidades y emociones”. Por otro lado, los tratamientos oncológicos no cesan en Navidad “Estar triste o cansado es habitual y no hay que cuestionarse por ello ni sentirse culpable. Es el momento de quererse y de pensar en uno mismo”, puntualiza.

Andrea está de exámenes finales, pero ni tener que hincar los codos ni el cáncer van a aguarle estos días: “no me voy a cortar ni un pelo, aunque no me quede ni uno. Le voy a dar un buen festín a mi pelvis, para poder despedirme de ella como es debido. También voy a bailar. Voy a bailar mucho, con todo el mundo. Y no voy a parar de disfrutar de cada instante, para poder recordarlo y, sobre todo, vivirlo”, confiesa.

La generosidad del entorno

El cáncer altera no solo a quien lo vive sino también a su entorno. Cuidadores, familiares y amigos se enfrentan a situaciones nuevas que pueden generarles dudas sobre cómo actuar frente a las celebraciones. Actuar con naturalidad es determinante, aconseja Sara.

Para Carmen esta es su sexta Navidad con cáncer de colón. Hace 14 años, la vivió con cáncer de mama. Su entorno no le pide una Navidad “como las de antes” y eso le resta preocupación y le tranquiliza. Las pasará feliz con sus hijos y nietos: “Quiero que todo el mundo esté bien, en especial los más pequeños”, reconoce.

En mi caso -comenta Carlesmi entorno es lo suficientemente consciente como para tratarme con una madurez adecuada”. Vivirá la fiesta con su mujer, su hija “… y la familia que quiera apuntarse. Me gustaría compartir entre nosotros una gran comida en casa”, nos dice. Esta será su segunda Navidad con cáncer.

Andrea manifiesta no sentirse preocupada por su entorno: “Yo soy la primera que normaliza la situación -reconoce-. Considero que es importante para pasar un buen tratamiento porque la actitud mueve montañas”. Y continúa: “Es obvio que ha habido un cambio en tu vida y que cosas de un futuro cercano pueden verse alteradas por el cáncer, pero tu entorno próximo estará bien si te ve bien a ti. No puedo controlar cómo los míos deciden vivenciar mi enfermedad, pero sí intervenir en la forma en que la comparto con ellos”, afirma.

Celebrar el futuro  

 Las fiestas pueden ser la mejor excusa para celebrar un cambio, un logro o cualquier buena noticia, como la que ha recibido Carmen recientemente: “Las últimas navidades fueron tristes debido a la enfermedad –recuerda-, pero este año espero ser más feliz por el hecho de que las últimas pruebas han salido bien, lo que aumenta la esperanza de curación”.

Carles, por su parte, también celebra el futuro: “Desde el momento en que te diagnostican la enfermedad, cambias mentalmente la manera de vivir las cosas. Seleccionas mejor lo que importa y por eso valoras más los momentos en familia”, indica.

La energía de Andrea es desbordante, contagiosa: “Si divido mi vida en un círculo, este último año se lleva el quesito más grande. Un año es muy poco tiempo para que pasen tantas cosas juntas y se han concentrado todas en 2018. No quiero etiquetarlo como un mal año, porque no ha sido así. Si me centro en las fiestas de Navidad, tengo la intuición de que las de este año van a estar pero que muy bien. ¿Por qué? porque este año he aprendido a valorar los momentos que de verdad tienen importancia. Mientras que los anteriores solo pasaba el tiempo disfrutando con ellos, lo que hace cualquier persona normal. Pero yo ya no soy normal, experiencias como la mía te hacen superhéroe de ti mismo y esta Navidad voy a disfrutar de ellos, y no con ellos. Voy a impregnarme de toda mi familia y de mis amigos, hasta saciarme”.

¡Feliz Navidad!

Más información: www.fundaciokalida.org/es

Acerca de:

Fundación Kālida, constituida en 2016 en Barcelona con el impulso de la Fundació Privada Nous Cims y la Fundació Privada Hospital de Santa Creu i Sant Pau, Kālida promueve  un modelo de asistencia psicosocial para pacientes con cáncer en el que lo principal es la persona. Su objetivo es crear centros, situados a pocos metros de los Servicios de Oncología de hospitales públicos de referencia en tratamientos del cáncer, con espacios para acoger y acompañar a las personas que lo necesiten y a sus familiares, amigos o cuidadores. Kālida se inspira en el modelo de atención psicosocial de la ONG escocesa Maggie’s, de cuya red internacional forma parte. El primer centro en inaugurarse será Kālida Sant Pau, que abrirá sus puertas durante el primer trimestre de 2019 en el recinto del Hospital de Sant Pau de Barcelona.

Contacto con prensa
María Pía Rodríguez del Pozo
Responsable de Captación de Fondos y Comunicación
Tel.935 565 731
hola@www.fundaciokalida.org

apoyo psicosocial, cáncer, Hospital de Sant Pau, Kalida Sant Pau, suport psicosocial

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Fill out this field
Fill out this field
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

Accessibility Toolbar