Testimonio de David, 48 años. Perdió a su mujer a causa de un sarcoma.
Ana y yo vinimos a Kālida por primera vez hace poco más de un año, cuando ya la habían operado y había comenzado la quimioterapia. A ella le habían diagnosticado un sarcoma. Tardamos en tener un diagnóstico claro y eso nos provocó mucha rabia e impotencia.
Fue entrar por la puerta de Kālida y sentir como un rayo de luz. Llegamos con rabia y mucho dolor. Las sesiones con las psicooncólogas nos ayudaron a expresarlo…si no lo haces, te destroza. En sus últimos días Ana me dijo: “tienes que seguir yendo a Kālida, porque eso te ayuda mucho”.
Y realmente es así; las sesiones con la psicooncóloga me ha ayudado mucho. El primer día sólo podía llorar; sentía mucho enfado por la situación. Poco a poco fui sintiéndome mejor, a base de “sacar” lo que tenía dentro pude comenzar a sanarme. Me ayudó mucho poder expresarme y entender su enfermedad. Al principio todo era negación… piensas “esto no me puede pasar a mí”. Pero cuando consigues aceptarlo, te liberas.
Para mí fue muy importante poder estar junto a ella, acompañarla hasta el final, darle mucho amor dejándole su espacio para no agobiarla…y estar unidos. Todo eso es lo que te salva, y es lo que te llevas.
A las niñas al principio no quisimos decirles mucho sobre la enfermedad de su madre. La psicooncóloga me ayudó a tomar conciencia de que era importante hablar con ellas, no ocultarles nada y hacer todo para que compartieran tiempo con su madre. Lo importante es que ella se fue en paz y no estuvo sola.
El duelo es muy difícil. Cuando llega el momento de vivirlo, sólo puedes guiarte por lo que te dice el corazón. Y con el tiempo, poco a poco, el sufrimiento se va borrando. A mí me hace bien hablar con mis hijas, recordar a Ana, pasar tiempo a solas…a veces voy a caminar descalzo por la playa; a ella le gustaba mucho. Y leer. Leo libros, escritos por personas que han pasado el duelo. Busco respuestas, y allí las encuentro. Y continuaré viniendo a mis sesiones; aquí encuentro recursos para enfrentar lo que voy sintiendo en cada momento.