«Soy muy terco y luchador, pero me daba mucha pena por mi mujer. Pasé pruebas diagnósticas durísimas y agotadoras. En Kalida encontré paz y un silencio conmovedor. Me han ayudado a aceptar la situación, a tener más esperanza y a encontrarme con personas que pasan por lo mismo. Recomiendo Kalida a todo el que lo necesite como yo, pero, para seguir ofreciendo esta ayuda de forma gratuita, es necesario tu colaboración.»