Controla tu salud fácilmente con el semáforo del buen comer.
Uno de los aspectos que seguramente te preocupa si estás conviviendo con el cáncer es la alimentación. Se trata de un aspecto muy relevante a través del cual puedes conseguir muchas mejoras para tu bienestar introduciendo cambios sencillos. Este artículo explica el semáforo del buen comer y puede ser una útil y breve guía de nutrición oncológica.
Aquí encontrarás recomendaciones sobre la “dieta ideal” o el patrón de alimentación que se recomienda para las personas con cáncer o que ya la han pasado. Como resultado de una investigación, se desarrolló un plan basado en el “Sistema del Semáforo”. Un método a través del cual se clasifican los alimentos en tres colores. Los alimentos verdes son aquellos que deberían constituir la mayor parte o el total de la dieta. Los de la lista amarilla aquellos que se deben comer con moderación u ocasionalmente. Finalmente, los alimentos rojos para consumir con mucha moderación, y sólo si ya solías comerlos.
Nutrición oncológica
Recuerda también que hay días como los cumpleaños, celebraciones, Navidad o vacaciones, en los que queremos comer algún capricho. Esto es perfectamente aceptable y normal. Muchas personas comienzan a sentirse mejor con el sistema de semáforos cuando reducen las “golosinas” al mínimo, y las consumen en estos días especiales. Como siempre, aunque a veces no puedas seguir estas pautas, sería bueno seguir la esencia del plan durante la mayor parte del tiempo posible.
Atención: es importante recordar que este plan no es adecuado para todos, en particular para aquellos que están en tratamiento, y en el que pueden tener que modificar su alimentación para adaptarse a sus posibles efectos secundarios. El plan puede adoptarse cuando desaparezcan los efectos secundarios y estés listo para seguir adelante.
Lista Verde
- Vegetales y frutas: 8-10 porciones al día. Elige variedad de colores (la dieta del arco iris). Las verduras y frutas contienen muchos compuestos que contribuyen a tu salud, como fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos. Muchos de estos muestran propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y se ha demostrado en condiciones de laboratorio que también tienen propiedades anticancerígenas.
- Semillas integrales: pan integral, arroz integral, avena, quinua. Estas proporcionan fibra, vitaminas B y vitamina E y una variedad de minerales y grasas esenciales. También ayudan a mantener bajo y estable el nivel de azúcar en sangre.
- Legumbres (guisantes, judías, lentejas, garbanzos): estos contienen algo de proteína, fibra, vitaminas y minerales, particularmente hierro, calcio y magnesio. Se recomienda hacer dieta vegetariana algunos días a la semana, y estos son los alimentos de donde obtendrías la proteína esencial. Cuando utilices variedades de legumbres en conserva, que son perfectamente aceptables y muy convenientes, escúrrelas y enjuágalas antes de usarlas.
- Alimentos con proteínas: incluye un poco en cada comida y con los bocadillos, ya que esto ayudará a mantener estable el azúcar en sangre y te mantendrá lleno por más tiempo. Pescado azul, pescado blanco, pollo, pavo, caza, huevos, almendras, anacardos y semillas. La proteína es muy importante para la reparación del cuerpo y para apoyar el sistema inmunológico. Los alimentos con proteínas también ayudan a prevenir la pérdida de masa muscular durante la pérdida de peso.
- Grasas saludables: especialmente alimentos ricos en omega 3, frutos secos, semillas, pescados grasos, aceites de frutos secos, aceites de semillas, mantequillas de frutos secos, aceite de coco y aguacate.
- Hierbas y especias: estas tienen poderosas propiedades que mejoran la salud, incluidos antioxidantes y antiinflamatorios. Añaden gusto e interés a los alimentos. Estas especies incluyen cúrcuma, ajo, jengibre, tomillo y salvia.
- Agua: bebe regularmente durante todo el día, un litro y medio por día.
Lista Amarilla
- Carnes Rojas: la carne roja puede ser bastante difícil de digerir y no es buena si tu nivel de energía ya es bajo. Sin embargo, la carne es una buena fuente de vitaminas B y hierro y, por supuesto, de proteínas. Trata de comprar buena carne limpia de la carnicería local o del mercado de agricultores; incluso orgánica si te lo puedes permitir. Es menos probable que estas carnes estén contaminadas con antibióticos u hormonas añadidas que a veces se utilizan en animales de cría intensiva. Se recomienda intentar restringir la carne roja a no más de 3 veces por semana, sin embargo, muchos recomiendan ser el más vegetariano posible, lo que significaría depender de las legumbres para obtener sus proteínas en lugar de carne. Por supuesto, esto es una cuestión de elección, algunas personas aman la carne y la echarían de menos, por lo que en este caso la moderación es la clave.
- Productos lácteos: las opiniones son muy diferentes al respecto. Muchos destacan el hecho de que los productos lácteos contienen hormonas y factores de crecimiento que se encuentran en los animales de los que proviene la leche. Si te preocupa esto, prueba las leches a base de plantas como la leche de almendras o la leche de coco, la leche de avena o la leche de arroz. Las leches vegetales generalmente están reforzadas con calcio y vitaminas. Cuando los compres evita las variedades endulzadas.
- Sin embargo, se recomienda que se incluyan los productos lácteos fermentados debido a sus cualidades probióticas. Alimentos como el kéfir y el yogur con bacterias lácticas vivas.
- Cafeína: se encuentra en el café, té y bebidas gaseosas comerciales. La cafeína puede estimular la producción de cortisol, la hormona del estrés, que puede elevar los niveles de azúcar en sangre y afectar el sistema inmunológico. Una buena alternativa puede ser tomar café descafeinado de buena calidad.
- Productos de soja: como tofu, leche y tempeh (producto alimenticio procedente de la fermentación natural controlada de la soja, originario de Indonesia). Si estos han sido una parte regular de tu dieta, entonces está bien continuar usándolos. Sin embargo, la investigación nos dice que es desaconsejable introducirlos después del diagnóstico o si tomas tamoxifeno u otros medicamentos supresores de hormonas.
- Alimentos con carbohidratos blancos: como pan blanco, pasta, arroz y patatas blancas. Estos cuando se ingieren pueden tener un efecto negativo en nuestros niveles de azúcar en la sangre haciéndolo subir. Sin embargo, si se comen con algunos alimentos ricos en proteínas, esto puede ayudar a amortiguar su impacto sobre el azúcar en la sangre. Por ejemplo, si comes una patata asada y añades atún o humus o judías (alimentos con proteínas), esto ayudará a disminuir el impacto de la patata blanca en los niveles de azúcar en sangre. Otro ejemplo: un curry que contenga carne o judías o lentejas ayudará a amortiguar el impacto que tiene el arroz blanco en los niveles de azúcar en sangre. Entonces, la regla aquí es que si comes un carbohidrato blanco, lo tomes con un poco de proteína.
Lista Roja
- Cereales y azúcares procesados: estos alimentos tienen muy poco o ningún valor nutricional y están asociados con alimentos preparados que contienen muchos aditivos y productos químicos. Estos alimentos pueden hacer que el azúcar en sangre aumente rápidamente, lo que puede tener un efecto negativo en la producción de insulina y el sistema inmunológico.
- Grasas dañadas: estas se conocen como grasas trans o grasas hidrogenadas o cualquier grasa que se sobrecalienta o se reutiliza para cocinar. Son químicamente extrañas para nuestro cuerpo y pueden crear radicales libres que tienen un impacto negativo en la forma en que funciona la célula. Pueden dañar el ADN de la célula.
- Carnes y pescados procesados: ahumados, curados…Todos contienen conservantes que se sabe que son cancerígenos.
- Sal: la sal de roca y la sal marina son las mejores para elegir, ya que contienen algunos minerales y están más cerca de nuestra propia sal natural. La sal se puede esconder en muchos productos y es fácil tener demasiado. Esto puede causar un desequilibrio de minerales en el cuerpo, afectar la presión arterial, la retención de líquidos y puede debilitar la función celular. Es importante leer las etiquetas para verificar el contenido de sal.
- Alcohol: aunque el vino tinto contiene un compuesto beneficioso llamado resveratrol (antioxidante), para beneficiarse de ello se debería haber estado bebiendo vino durante mucho tiempo (paradoja francesa). El alcohol tiene un alto contenido de azúcar, ejerce presión sobre el hígado y socava la buena salud.
Contenido elaborado por el equipo de profesionales de Maggie ‘s Centros, de red internacional forma parte Kālida.
Recoge información científica de fuentes como el Fondo de Investigación del Cáncer, la dieta mediterránea, el informe CUP, la dieta macrobiótica, la dieta del arco iris y todo sobre la alimentación de bajo índice glucémico, entre otros.