Un diagnóstico de cáncer provoca cambios en la vida del paciente y a la de su entorno. Familia, amigos y compañeros se enfrentan a una nueva realidad, llena de incertidumbres, miedos y preocupaciones

De todas, quien más sufre es el cuidador, porque asume el rol de acompañante en el proceso médico y en la organización del día a día. También es el pilar de la familia y el entorno.

Esta función clave afecta a la persona que cuida. A menudo sus emociones y necesidades quedan en un segundo plano y algunas sufren el síndrome del cuidador: agotamiento físico y mental muy parecido al del estrés laboral, que puede continuar una vez superada la enfermedad.

Las personas que cuidan a familiares o amigos con cáncer necesitan compartir su situación con otros, tomar conciencia de sus necesidades, de su estado emocional y aprender a cuidarse de sí mismos.

Gracias a su esfuerzo y compromiso ayudan a la otra persona a transitar lo mejor posible una etapa difícil de su vida.

En Kālida les acompañamos en este momento.

En Kālida abordamos el cáncer de una manera integral. No sólo acompañamos a la persona diagnosticada sino también a su entorno.

Sabemos el peso que soporta el cuidador y la importancia que tiene cuidarse cuando acompañas a un ser querido con cáncer. Por eso nuestro programa asistencial también ofrece actividades para mejorar el bienestar físico, social o emocional del cuidador. Nuestros servicios y actividades, individuales o grupales e impartidos por profesionales expertos, son gratuitos.

El 30% de los visitantes son familiares o cuidadores, como Anna, pareja de Pablo y Ricardo, su hermano gemelo.

Los Reyes trajeron a Pablo un disgusto, un linfoma. Ricardo vivió el diagnóstico casi en propia piel. Desde pequeños «son uno». Anna, madre de su hijo de 2 años, lo afrontó con miedo, pero con la firme voluntad de estar junto a Pablo durante todo el proceso.

Descubre su historia y cómo Kālida les ha acompañado este año.

Kālida se inspira en la organización Maggie’s formando parte de su red internacional de más de 30 centros. Con más de 25 años de experiencia, su modelo de apoyo complementario ha sido reconocido como «best practice» por el National Health Service (NHS) del Reino Unido, entre otros. Por su parte, recientemente Kālida ha sido reconocida con la Medalla FAD – Fomento de las Artes y el Diseño – del año 2022. La Junta Directiva de esta prestigiosa organización le ha otorgado «por la apuesta por el diseño como herramienta para la mejora del bienestar de las personas que conviven con el cáncer y para poner en evidencia la importancia del entorno en el proceso de cuidado y asumir el desafío de humanizar los espacios mediante el diseño”.