Nutrición y cáncer

Tras un diagnóstico de cáncer a menudo te planteas si un cambio de hábitos te  ayudará durante el proceso oncológico. Aunque consideres que te alimentas de forma saludable es momento de analizar cómo lo haces y qué puedes mejorar nutricionalmente.

Las personas con cáncer siguen una gran variedad de dietas y regímenes, hay mucho escrito sobre cáncer y nutrición, y quizás te sientas abrumado ante tal volumen de consejos diferentes, confusos y algunas veces contradictorios.

Algunos cánceres y sus tratamientos causan problemas a la hora de comer y beber, justo cuando más deseas alimentarte bien, te preocupa si pierdes o aumentas de peso o por qué no tienes apetito. Incluso puede que sigas una dieta médica personalizada.

Queremos ayudarte a que encuentres información sobre qué significa comer bien y cómo debes cuidarte durante y después del tratamiento. Kālida no solo ofrece apoyo nutricional, también asesora y ayuda a desmitificar la información disponible.

¿Qué significa comer bien?

Si tú o alguien que te importa tiene cáncer, comer saludablemente es un primer paso muy importante para mantener el bienestar físico general mientras lidias contra la enfermedad.

Solo con realizar pequeños pasos, sin presionarte demasiado en este estresante momento, podrás comer bien para:

  • Desarrollar la fuerza y mantener los niveles de energía
  • Obtener los nutrientes vitales para reparar el cuerpo
  • Controlar algunos de los efectos secundarios
  • Prevenir infecciones y aumentar la inmunidad
  • Sentirte mejor y mejorar tu bienestar

Piensa en los cinco grupos de alimentos básicos: verduras y frutas, proteínas, cereales integrales, leche y lácteos, y grasas y aceites. Al comer una amplia variedad de alimentos, particularmente vegetales, obtenemos los nutrientes diarios necesarios. Es aconsejable reducir azúcar, sal y alcohol, pero puedes mimarte ocasionalmente.

Tener cáncer suele cambiar las necesidades nutricionales. Algunos medicamentos como la terapia hormonal o los esteroides pueden provocar un aumento de peso. También los periodos de inactividad forzados por al tratamiento o darte algún capricho, aunque sea bien intencionado, muchas veces resulta contraproducentes.

Para otras personas, el problema es la pérdida de peso. Tu cuerpo sigue consumiendo calorías cuando no tienes ni ánimos para comer por los efectos secundarios de la terapia y porque el cáncer en sí mismo afecta el apetito.

Otros problemas asociados al proceso oncológico son los cambios de sabor, las náuseas, el  estrés o la ansiedad y los problemas intestinales. Muchas de las dietas saludables tienen un alto contenido en fibra, justo cuando te conviene una dieta baja en residuos.

Si convives con un cáncer avanzado, comer puede resultar difícil física y emocionalmente, porque al disminuir tu apetito y perder peso se hace más evidente  el efecto que la enfermedad provoca en tu cuerpo.

Comer bien. Qué puedes hacer

Hay tal cantidad de información disponible sobre este tema, tantas dietas alternativas y restrictivas, que quizás recibas mensajes contradictorios. Aquí van algunos consejos para comer de forma saludable y nutritiva durante el proceso oncológico:

  • Realiza pequeños cambios en la dieta. Es un buen comienzo y te será más fácil si la familia se implica, porque una alimentación saludable beneficia a todos.
  • Básate en la dieta mediterránea. En su amplia gama de colores las frutas y verduras aportan beneficios específicos, mientras los alimentos fritos y procesados son de bajo valor nutricional.
  • Llena el congelador y la despensa con alimentos saludables y nutritivos antes de empezar el tratamiento.
  • Elimina los alimentos procesados con valor nutricional deficiente y que suponen una tentación.
  • Pide al hospital información sobre alimentación saludable para tu proceso oncológico. En algunos tratamientos que afectan al sistema inmunológico deberás tomar precauciones adicionales con la preparación y cocción de ciertos alimentos.
  • Solicita una opinión experta a través del equipo hospitalario, el médico de cabecera y/o la enfermera especializada. Los problemas que experimentas, otros ya los han sufrido y te derivarán a un dietista a quien podrás comentar tus problemas específicos.
  • No te presiones por comer si pierdes el apetito cuando recibes el diagnóstico. Relájate y bebe mucho líquido. Si se convierte en un problema que dura varios días, conviene buscar el asesoramiento de expertos en dietética-nutrición especializados en procesos oncológicos.
  • Una dieta saludable y equilibrada debería proporcionarte todas las vitaminas que necesitas. Si contemplas tomar suplementos adicionales, consulta con tu equipo médico, ya que algunos interfieren con el tratamiento.
  • En Kālida, además de asesoramiento y apoyo nutricional, te ayudamos a descifrar consejos nutricionales complejos, ofrecemos talleres de nutrición para ‘Comer bien’ facilitados por dietistas-nutricionistas y ponemos a tu alcance dietas saludables y libros sobre la alimentación y el cáncer.
Cuándo buscar más ayuda

Si pierdes peso de forma muy rápida, tienes muy poco apetito o dificultades para comer, informa a tus médicos. Ellos pueden derivarte a un dietista-nutricionista, recetarte alimentación suplementaria en forma líquida o medicamentos para estimular el apetito. También pueden averiguar qué causa estos síntomas.

Si algo relacionado con la alimentación o bebida afecta a tu estado de ánimo o te genera ansiedad o depresión, no dudes en comunicarlo a tu equipo médico. Las dificultades para comer bien pueden tener un impacto emocional  y, a veces, puede convertirse en un foco de tensión y preocupación.

Y ahora qué?

Si pierdes peso de forma muy rápida, tienes muy poco apetito o dificultades para comer, informa a tus médicos. Ellos pueden derivarte a un dietista-nutricionista, recetarte alimentación suplementaria en forma líquida o medicamentos para estimular el apetito. También pueden averiguar qué causa estos síntomas.

Si algo relacionado con la alimentación o bebida afecta a tu estado de ánimo o te genera ansiedad o depresión, no dudes en comunicarlo a tu equipo médico. Las dificultades para comer bien pueden tener un impacto emocional  y, a veces, puede convertirse en un foco de tensión y preocupación.

Kālida está aquí contigo

Si deseas obtener más ayuda, apoyo e información sobre cómo construir tus propias herramientas de gestión del estrés durante o después del tratamiento contra el cáncer, estamos aquí para acompañarte de forma gratuita. También tenemos grupos de relajación, cursos de gestión del estrés y de cursos de mindfulness y clases de yoga.

Pásate por Kālida cuando quieras sin necesidad de pedir cita. Nuestro equipo de soporte oncológico —enfermeras especializadas en cáncer, asesores sociales y psicooncólogas — está aquí para escuchar tus inquietudes y ofrecerte la ayuda que necesites.

CONTACTA CON NOSOTROS

En la Fundación contra el Cáncer Kālida estamos aquí para acompañarte, tanto si te han diagnosticado un cáncer, si esperas resultados, has sufrido una recaída, estás en tratamiento o eres familiar de una persona con cáncer

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